29 febrero 2012

Un circulo vicioso que me lleva al mismo sitio.

Tengo muchas cualidades, y la mayoría, buenas.. Pero hay un señor escondido que me come por dentro, que me puede, que me rodea con sus zarpas, que me ata, que me esconde.. Orgullo le llaman. El orgullo duele, ¿sabéis? Y también deberías de saber, que eres de las únicas personas con el que me he comido el orgullo. Y no a pequeñas raciones precisamente. Y todo ¿para qué? Para nada. A mi los aires de chulo prepotente que tu tengas me importan una jodida mierda, eso te lo aviso. Conmigo las cosas son a si, o estás, o no estás. O blanco, o negro, no me vale un gris intermedio ni un negro turbio. O me quieres, o me odias, pero no me ignores. No pases de mi. A mi las cosas claras y el café con leche. Pero ya te avisé. Yo ya me he comido el orgullo contigo muchas veces, y estoy hinchada. Ahora me toca a mi jugar. Vamos a ver quien ríe el último. Que voy a estar aquí siempre cuando tu quieras, pero cuando quieras, pídelo... por que no voy a volver a ir yo.    No me voy a preocupar más por ti, ni pensar por pensar. No me llama la atención eso de pensar, y por ti lo estoy haciendo demasiado.. voy a volver a mi honda hasta que tu vuelvas a la de antes. Vuelvo a ser la de acción reacción. ¿Te intereso? Demuéstralo. Por que aquí, si no arriesgas no ganas.. y yo me voy a jugar todas las cartas en este último movimiento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario