18 agosto 2010

Hay veces que hacemos cosas que no deberíamos hacer por miedo a quedarnos sin hacerlas y por el impulso, quizás, de no haberlas pensado demasiado bien.
Hay veces que simplemente hacemos las cosas para engañarnos,
para demostrarnos a nosotros mismos que hemos pasado página y que somos más fuertes que algunas situaciones...

No hay comentarios:

Publicar un comentario